Con la experiencia de la práctica de los años anteriores, pude deducir que existe en el imaginario de la práctica docente una axiología de actitudes y aptitudes pedagógicas para desenvolverse en el aula con respecto a los contenidos.
La mayoría de los docentes en esta rama remarcan sólo la forma de desenvolverse en el aula y en el manejo de grupo y no del contenido que se está dando, es decir, hay un mayor valor en el "cómo" y no en el "qué" voy a enseñar.
Por otro lado, vemos que todavía existen los viejos bastiones de una pedagogía cuasi-caduca, es decir, el contructivismo, en donde se remarca demasiado la atención del alumno y no se pone énfasis en la actitud reflexiva del docente.
Con mi experiencia de otros años pude encontrar un modelo que no sólo atiende a las expectativas del alumno, sino también al del docente, esta se la llama la teoría crítica de la educación.
Este modelo responde a mi parecer a la expectativa filosófica de "cómo" y "qué" enseñar esta disciplina en el aula. Este modelo proviene de la teoría crítica, es decir, de la llamada escuela de Frankfurt, inspirado en los trabajos de Habermas.
En esta línea la educación comparte el objetivo en que el docente es conceptuado como un intelectual público, cuya principal tarea, y por tanto el fin de la educación, es llevar a sus alumnos a situarse activamente en el contexto socio-político, como agente de una praxis transformadora, pero acentúa una instancia teórica-crítica, a saber, promover la reflexión.
Esta reflexión implica la toma de conciencia de elementos, en general ideológicos implícitos en la conciencia ideológica ingenua y, en el caso del docente, en la práctica docente. Esto es lo que se conoce por teoría de la práctica reflexiva, es decir, se concibe al docente como aquel que lleva al aula una síntesis de, por un lado, los llamados conocimientos previos, y por otra el saber académico. Entonces una tarea fundamental crítica sería promover la reflexión crítica docente, la autoconciencia crítica acerca de los conflictos y contradicciones que anidan en esa síntesis y en su prexis docente, y a partir de allí sería posible promover la autoconciencia crítica del alumno.
Por último, la teoría de la educación inspirada por Habermas, señala como objetivos fundamentales de la educación la ilustración y la emancipación.
Con la experiencia del año pasado, pude poner en praxis esta forma de ver la realidad educativa, y note que los alumnos necesitaban de una reflexión de los contenidos y no sólo de exponerlos y que ellos los adquieran como meros conocimientos sin ningún correlato con la realidad, como se piensa dentro del imaginario social. La experiencia dio positiva y ellos pudieron comprender que la filosofía no era solamente meros conceptos, sino que todo saber filosófico tiene su correspondencia con la realidad y que puede ser aplicada al mundo en que circunda los adolescentes.
Mi Recorrido por la Filosofía
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*En esta sección, he **decidido comenzar a sistematizar mis enseñanzas a
partir de núcleos problemáticos: del problema del conocimiento a la teoría
pol...
Hace 1 año
4 comentarios:
Qué interesante Juan Pablo, tu reflexión sobre la centralidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Coincido con vos en que durante mucho tiempo se ha tendido a hacer hincapié en los procesos de aprendizaje, dejando fuera de la escena al profesor, al enseñante...
Intentaremos que nuestras experiencias de práctica consistan en tratar de resolver la tensión entre el qué y el cómo enseñar filosofía en la escuela secundaria
nos seguimos leyendo
Muy buena reflexión Juan... este año de practica nos permitirá acceder a las herramientas que nos permitirán resolver esta cuestión de como enseñar la filosofía en la escuela secundaria ,haciendo hincapié en que el saber filosófico trasmitido no se situé en el campo de la Doxa, si no que el mismo sea un conocimiento fundado, tomando quizás desde mi humilde punto de vista como futuros docentes didácticas especificas que nos permitan tener en cuenta el contenido como saber especifico , conociendo así la lógica de la disciplina a la que aspiramos a ser especialistas.
juan esta muy bueno eso de poner el acento en la observacion de los procesos de enseñanza y aprendizaje de manera reflexiva y para esto esta buena como tarea la evaluacion no solo de los alumnos sino la auotoevaluacion que deberian realizar cada profesor al concluir una tarea o actividad, pudiendo asi reflexionar sobre los puntos que estan mas debiles para fortalecerlos y ver los demas momentos de las clases para poder avanzar y evolucionar en las tareas!!a entrenarse en esto e ser docentes!!!
Juan es muy inspirador tu comentario acerca de la teoría crítica, y la necesidad,por tanto de repensar la práctica docente de un modo crítico. Pero también considero que no debemos a ninguna teoría específica y ser capaces de repensar las prácticas desde todos los ámbitos, cuando nos adoctrinamos también nos endurecemos y necesitamos ser flexibles porque las realidades a las que nos enfrentaremos también serán condición de posibilidad de enseñar tal o cual cosa. lo que si creo al igual que vos, que el nivel académico debe mantenerse, con lo cual el saber conceptual es en nuestra área el elemento base.
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