Por iniciativa de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura), desde el año 2002, el tercer jueves de noviembre de cada año se celebra el Día Mundial de la Filosofía.
La Filosofía es una práctica asociada al ejercicio de la libertad y de la democracia, a la puesta en marcha del pensamiento crítico y reflexivo, a la deliberación y al debate, a la interrogación permanente acerca de las “valideces admitidas” en el mundo de la vida, y como tal, pertenece a una particular esfera de la experiencia humana.
Precisamente es nuestra “condición humana” aquello que nos conduce a preguntarnos cada vez acerca de “lo que se puede decir”, incluso acerca de aquello de lo que “es mejor callarse” (por parafrasear a Wittgenstein). La filosofía es ese discurso que se inscribe en el proyecto de desnaturalización de “lo obvio”, de lo que está “instituido” y no puede ni interrogarse ni modificarse. Y aunque ante la opinión común aparezcamos como “soberbios” e “individualistas”, la filosofía es una experiencia de pensar-con-otros, de dialogar, de “pensar juntos” con el afán de “elucidar” nuestra manera de estar en el mundo.
“Atenerse a lo dado” es sólo un modo de lo que Cornelius Castoriadis (La montée de l'insignifiance, 1993) llama “el conformismo generalizado”. Para nosotros, los filósofos, la filosofía es aquella forma de la actividad práctica que nos permite inscribirnos en el espacio público aunque sea como “fastidiosos”, “inoportunos”, “irreverentes” hasta el punto de que algunos pretendan, en ciertos casos, que permanezcamos “marginados”, “silenciados” u “olvidados”.
Este año, el Día Mundial de la Filosofía se celebra el 18 de noviembre próximo, y se realizará un acto especial sobre Filosofía, Diversidad Cultural y acercamiento de las culturas en la Sede de la UNESCO en París, como contribución a la celebración del Año Internacional de Acercamiento de las Culturas, 2010.
Desde la cátedra del Espacio de la Práctica Docente III del Instituto Superior de Formación Docente Nro. 129 de la ciudad de Junín, en la provincia de Buenos Aires, y en ocasión de la celebración del Día Mundial de la Filosofía, los invitamos a dejar sus comentarios a partir de la lectura de este fragmento de Michel Tozzi, profesor emérito de la Universidad de Montpellier y especialista en Didáctica de la Filosofía, que nos permite volver a pensar la tarea que hemos decidido llevar adelante: enseñar Filosofía.
"…Quisiéramos proponer dos razones fundamentales para legitimar la enseñanza de [la filosofía].
Pensar por sí mismo, asumir la condición humana.
La primera es la obligación educativa de ayudar a todo hombre a desarrollar su capacidad de pensar por sí mismo, a ejercer la libertad crítica de un juicio racional, a comprender el sentido de su relación con el mundo, con los otros, consigo mismo, para actuar con conocimiento de causa y de valor, y asumir (con virtud? sabiduría? felicidad?) su condición humana.
Tal afirmación comprende la invención de la filosofía en Occidente como un aporte mayor de la cultura (no excluyente de las formas filosóficas no occidentales o de otras figuras de la cultura, como el arte): la emergencia, en la Grecia antigua, de una racionalidad que busca, más allá del mito, darle inteligibilidad a lo que sucede, a permitir un posicionamiento reflexivo del hombre en el mundo y la sociedad, y adoptar una conducta que extrae su sentido de esta reflexión. También comprende la herencia de transmitir la historia de esta racionalidad, confrontada especialmente con la ciencia y la religión, y en general, con la historia humana.
Ciertamente porque la filosofía -por su poder antropológico de cuestionamiento sobre lo que le preocupa al hombre, es una de las formas más altas de la cultura humana, por su tendencia a la racionalidad y a la universalización, es por ello que vale que sea enseñada. Todo sistema educativo es así puesto frente a la cuestión acerca de su institucionalización, de su escolarización y de su didactización, en cuanto objeto de investigación, disciplina de vida y materia enseñada”.
“…Frente a la crisis escolar del sentido, bajo su doble figura de crisis con relación al saber (¿para qué sirve aprender?) y de su relación con la ley (avance de insolencias), la discusión filosófica en la escuela primaria[1], innovación en ruptura total con la tradición de la enseñanza filosófica francesa, podría hacer converger:
Por una parte, en coherencia con la epistemología contemporánea, una relación no dogmática con el saber, por el predominio de la marcha de la pregunta y de la investigación sobre el resultado o la respuesta;
Por otra parte, una relación cooperativa con la ley, por la ética comunicacional del debate (forma democrática de los intercambios por procedimientos de turnos para hablar, y regulación socio-afectiva de los procesos, escucha y respeto por los otros...)
Ejercer su razón en perspectiva ciudadana.
De ese modo, se renueva el lazo original de la filosofía y la democracia (su co-nacimiento en Grecia). Discutir filosóficamente en la escuela, y hacerlo desde la infancia, es suministrar un marco de aprendizaje que despierte el pensamiento reflexivo[2]. Hablar no por hablar (ir más allá de dominio de lo oral), sino para pensar lo que se dice, y no solamente decir lo que se piensa; hablar para saber de qué se está hablando y si lo que se dice es verdadero, con un funcionamiento democrático de la palabra, y con exigencias intelectuales de problematización, de conceptualización, de argumentación, ese el desafío.
Pensar por sí mismo, asumir la condición humana.
La primera es la obligación educativa de ayudar a todo hombre a desarrollar su capacidad de pensar por sí mismo, a ejercer la libertad crítica de un juicio racional, a comprender el sentido de su relación con el mundo, con los otros, consigo mismo, para actuar con conocimiento de causa y de valor, y asumir (con virtud? sabiduría? felicidad?) su condición humana.
Tal afirmación comprende la invención de la filosofía en Occidente como un aporte mayor de la cultura (no excluyente de las formas filosóficas no occidentales o de otras figuras de la cultura, como el arte): la emergencia, en la Grecia antigua, de una racionalidad que busca, más allá del mito, darle inteligibilidad a lo que sucede, a permitir un posicionamiento reflexivo del hombre en el mundo y la sociedad, y adoptar una conducta que extrae su sentido de esta reflexión. También comprende la herencia de transmitir la historia de esta racionalidad, confrontada especialmente con la ciencia y la religión, y en general, con la historia humana.
Ciertamente porque la filosofía -por su poder antropológico de cuestionamiento sobre lo que le preocupa al hombre, es una de las formas más altas de la cultura humana, por su tendencia a la racionalidad y a la universalización, es por ello que vale que sea enseñada. Todo sistema educativo es así puesto frente a la cuestión acerca de su institucionalización, de su escolarización y de su didactización, en cuanto objeto de investigación, disciplina de vida y materia enseñada”.
“…Frente a la crisis escolar del sentido, bajo su doble figura de crisis con relación al saber (¿para qué sirve aprender?) y de su relación con la ley (avance de insolencias), la discusión filosófica en la escuela primaria[1], innovación en ruptura total con la tradición de la enseñanza filosófica francesa, podría hacer converger:
Por una parte, en coherencia con la epistemología contemporánea, una relación no dogmática con el saber, por el predominio de la marcha de la pregunta y de la investigación sobre el resultado o la respuesta;
Por otra parte, una relación cooperativa con la ley, por la ética comunicacional del debate (forma democrática de los intercambios por procedimientos de turnos para hablar, y regulación socio-afectiva de los procesos, escucha y respeto por los otros...)
Ejercer su razón en perspectiva ciudadana.
De ese modo, se renueva el lazo original de la filosofía y la democracia (su co-nacimiento en Grecia). Discutir filosóficamente en la escuela, y hacerlo desde la infancia, es suministrar un marco de aprendizaje que despierte el pensamiento reflexivo[2]. Hablar no por hablar (ir más allá de dominio de lo oral), sino para pensar lo que se dice, y no solamente decir lo que se piensa; hablar para saber de qué se está hablando y si lo que se dice es verdadero, con un funcionamiento democrático de la palabra, y con exigencias intelectuales de problematización, de conceptualización, de argumentación, ese el desafío.
Esta es, según nosotros, la segunda legitimación de la enseñanza de la filosofía en la escuela: ejercer, desde una perspectiva ciudadana, el uso esclarecido de la razón, para comprender las posturas económicas, sociales, culturales, éticas, de un mundo complejo, contribuir con rigor al debate público necesario para elecciones políticas decisivas y participar en los diferentes niveles de la vida democrática. La escuela tiene una responsabilidad particular en la educación de la ciudadanía, tanto por la inserción política del individuo en la sociedad, como por las condiciones de unir el lazo social para fundar este lazo político: el proceso de socialización democrática[3].
La discusión filosófica aparece, desde este punto de vista, como una garantía de calidad del debate democrático, en cuanto intenta preservarlo de sus desviaciones demagógicas: la doxología, donde uno se contenta con expresar sus opiniones sin la exigencia de validación racional; y la sofística, donde se busca vencer al otro más que convencerse a sí mismo, rebatiendo la exigencia de verdad de una comunidad en búsqueda del asentimiento del simple número (por ejemplo, el voto).
Por una parte, aprender a pensar por sí mismo, para asumir su humana condición; por otra parte, insertarse de manera crítica en el debate de las acciones públicas; he aquí dos fuertes razones para enseñar filosofía en la escuela."
La discusión filosófica aparece, desde este punto de vista, como una garantía de calidad del debate democrático, en cuanto intenta preservarlo de sus desviaciones demagógicas: la doxología, donde uno se contenta con expresar sus opiniones sin la exigencia de validación racional; y la sofística, donde se busca vencer al otro más que convencerse a sí mismo, rebatiendo la exigencia de verdad de una comunidad en búsqueda del asentimiento del simple número (por ejemplo, el voto).
Por una parte, aprender a pensar por sí mismo, para asumir su humana condición; por otra parte, insertarse de manera crítica en el debate de las acciones públicas; he aquí dos fuertes razones para enseñar filosofía en la escuela."
¿Cómo resignificamos hoy el mandato kantiano de “aprender a filosofar”?
“Filosofar, es articular, en el movimiento y la unidad de un pensamiento complicado sobre nociones y cuestiones fundamentales para todo hombre, procesos de problematización (interrogarse), de conceptualización (definir nociones, hacer distinciones) y de argumentación (fundar/deconstruir racionalmente)”[4].
Enseñar filosofía deviene entonces, ante todo, desde una perspectiva cognitivista, “hacer aprender a filosofar”, poniendo al alumno en una situación de aprendizaje donde desarrolle sus capacidades de base para problematizar cuestiones, para conceptualizar nociones[5], argumentar tesis y objeciones, [en una situación de aprendizaje….] donde él va a articular estas capacidades con competencias complejas: leer[6], escribir[7], discutir filosóficamente.
Desde esta perspectiva, nuestras últimas investigaciones tratan particularmente, en relación al monopolio de la disertación como ejercicio formador, sobre el interés de experimentar en clase formas diversificadas de escritura filosófica, utilizadas ya por los filósofos mismos, pero no didactizadas hasta aquí, -sea bajo el dominio conceptual (ensayo, carta, diálogo), sea bajo una tendencia más metafórica (el aforismo, el mito, el cuento, el poema filosófico)-; e intentan articular como dispositivos estas dos formas de escritura.
Por otra parte, nos interesamos, con relación a la primacía de la lección y de los textos, en la introducción de debates filosóficos en clase, entre pares y con el profesor, para organizar y superar la confrontación de las simples opiniones.
Estas formas, escritas y orales, de relación del lenguaje con el pensamiento, han sido retomadas en una reflexión sobre el lugar de la filosofía en la sociedad. Pensamos en efecto que en una democracia, la filosofía puede tener un efecto “demósofo” (sabiduría del pueblo). Y que nuestra democracia necesita de él para escapar a la demagogia".
Aprender y enseñar filosofía se vuelve entonces una apuesta democrática
“No solamente la filosofía debe, según nosotros, suministrar un marco de aprendizaje del pensamiento reflexivo y del debate ciudadano exigido en el contexto escolar, sino que ella puede y debe contribuir a la educación del pueblo fuera de la escuela, a la manera de Sócrates en el ágora, según modalidades a inventar….
De la misma manera, acantonar la filosofía a las clases del ciclo terminal, nos parece privar al alumno del entrenamiento en el pensamiento reflexivo lo más temprano posible…
Estas prácticas, en particular con alumnos con dificultades[8], permiten reconocer el desafío democrático de la educación filosófica de todos, el cual nosotros lo postulamos a título de ideal regulador: la exigencia de derecho y la posibilidad de hecho.
El “aprender a filosofar”, en el ciclo terminal, pero también a lo largo y a lo ancho del sistema educativo, es un desafío. Es aquel de que cada hombre, y cada ciudadano, pueda imbuir de un pensamiento reflexivo su vida personal y colectiva".
De la misma manera, acantonar la filosofía a las clases del ciclo terminal, nos parece privar al alumno del entrenamiento en el pensamiento reflexivo lo más temprano posible…
Estas prácticas, en particular con alumnos con dificultades[8], permiten reconocer el desafío democrático de la educación filosófica de todos, el cual nosotros lo postulamos a título de ideal regulador: la exigencia de derecho y la posibilidad de hecho.
El “aprender a filosofar”, en el ciclo terminal, pero también a lo largo y a lo ancho del sistema educativo, es un desafío. Es aquel de que cada hombre, y cada ciudadano, pueda imbuir de un pensamiento reflexivo su vida personal y colectiva".
(Extractos de Michel Tozzi, (2001) Pourquoi enseigner la philosophie? en Pratiques Philosophiques. Disponible en: http://pratiquesphilo.free.fr/contribu/contrib10.htm.
Traducción: Liliana Ponce, Capacitadora en Filosofía, ETR Región 14, Dirección de Capacitación Educativa, Provincia de Buenos Aires, Septiembre de 2006).
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[1] Tozzi, M. L’éveil de la pensée réflexive chez l’enfant. Discuter philosophiquement à l’école primaire ? CNDP-Hachette, 2001.
[2] Ejemplos de temas sobre los cuales es posible trabajar en la escuela primaria: ¿qué es un amigo? ¿todos somos semejantes? ¿tenemos el derecho de hacer cualquier cosa? ¿qué diferencias hay entre un hombre y un robot? ¿los animales piensan?
El dispositivo reposa sobre una diversificación de funciones: presidente de la sesión, introductor de la cuestión, reformulador de pensamientos, informe del grupo, observador de los que disputan, etc.
[3] Tozzi, M. “La socialisation démocratique à l’école : un concept pour une pratique », en Vers une socialisation démocratique (Paturet J-B, Théetetes Editions, 1998) ; Tozzi, M. « Définir un mode scolaire de socialisation démocratique » en CERFEE nro. 15, Revue de l’équipe de recherche sur la socialisation démocratique, Universidad Montpellier, 1998.
[4] Tozzi, M. Penser par soi-même. Initiation à la philosophie, Chronique Sociale, 1994.
[5] Sobre las nociones: -de verdad: Tozzi et al. Etude philosophique d’une notion, d’un texte. CRDP- Montpellier, 1993 ; -de libertad : Tozzi, M. « Didactiser l’apprentissage du philosopher ? » en Enseigner la philosophie : pourquoi ? comment ? CIRID-CRDP de Alsacia, 1997 ; de justicia : Fondation Baudouin sobre la justicia, Bélgica, 2000.
[6] Tozzi et al. Lecture et écriture d’un texte argumentatif en philosophie, CRDP-Montpellier, 1995.
[7] Tozzi, M. L’Oral argumentatif en philosophie, op.cit.
[8] Pettier, J-C. La philosophie en éducation adaptée : utopie ou nécessité ? thèse, Universidad Luis Pasteur, Estrasburgo, 2000
[1] Tozzi, M. L’éveil de la pensée réflexive chez l’enfant. Discuter philosophiquement à l’école primaire ? CNDP-Hachette, 2001.
[2] Ejemplos de temas sobre los cuales es posible trabajar en la escuela primaria: ¿qué es un amigo? ¿todos somos semejantes? ¿tenemos el derecho de hacer cualquier cosa? ¿qué diferencias hay entre un hombre y un robot? ¿los animales piensan?
El dispositivo reposa sobre una diversificación de funciones: presidente de la sesión, introductor de la cuestión, reformulador de pensamientos, informe del grupo, observador de los que disputan, etc.
[3] Tozzi, M. “La socialisation démocratique à l’école : un concept pour une pratique », en Vers une socialisation démocratique (Paturet J-B, Théetetes Editions, 1998) ; Tozzi, M. « Définir un mode scolaire de socialisation démocratique » en CERFEE nro. 15, Revue de l’équipe de recherche sur la socialisation démocratique, Universidad Montpellier, 1998.
[4] Tozzi, M. Penser par soi-même. Initiation à la philosophie, Chronique Sociale, 1994.
[5] Sobre las nociones: -de verdad: Tozzi et al. Etude philosophique d’une notion, d’un texte. CRDP- Montpellier, 1993 ; -de libertad : Tozzi, M. « Didactiser l’apprentissage du philosopher ? » en Enseigner la philosophie : pourquoi ? comment ? CIRID-CRDP de Alsacia, 1997 ; de justicia : Fondation Baudouin sobre la justicia, Bélgica, 2000.
[6] Tozzi et al. Lecture et écriture d’un texte argumentatif en philosophie, CRDP-Montpellier, 1995.
[7] Tozzi, M. L’Oral argumentatif en philosophie, op.cit.
[8] Pettier, J-C. La philosophie en éducation adaptée : utopie ou nécessité ? thèse, Universidad Luis Pasteur, Estrasburgo, 2000
8 comentarios:
La filosofía es un ejercicio auténtico de nuestra humanidad, no podemos evadir nuestra condición de seres pensantes, racionales y tampoco, consecuencia de ello, nuestra libertad; es decir, la posibilidad de ejecutar discursos y acciones acordes a aquello que hemos pensado, argumentado y elegido con convicción. Esta tarea, no le corresponde sólo a un par de hombres y mujeres dedicados a filosofar, sino que es inherente a la condición humana. Existe una necesidad de responder cuestionamientos que exceden el mero plano de la ciencia o de la opinión, desde el inicio de los tiempos (humanos, por supuesto), puesto que el hombre no puede dejar de requerir, ante todo aquello que lo rodea y constituye, un sentido de su ser y acontecer. No se conforma con estar vivo, debe entender cuál es su lugar en el mundo, no le basta conocer y transformar la naturaleza sino que indaga los principios fundamentales de las cosas;a todo cuanto le fue dado e incluso ha creado por sí mismo, busca situarlo dentro de un plexo de significado… busca comprenderlo (en un sentido heiddegeriano), para vivir de un modo más pleno.
Pero esta inquietud humana, predispuesta sobre todo en los primeros años de vida, tiende con el paso del tiempo a “institucionalizarse”, a aplacarse, a volverse ajena dentro de un mundo que parece ya estar ordenado y dotado de sentido… (por otros). Es así que coincido plenamente con Tozzi, la filosofía debe encontrarse en todos los niveles de formación; porque en mi opinión, no puede tomarse como una disciplina que posee un contenido específico sino que considero, conforma una actitud ante la existencia, ante las relaciones con los demás hombres y con la naturaleza que nos permite desarrollar todas las cualidades humanas desde las intelectuales hasta las sensibles, de un modo originario… puesto que permitiría como bien expresó Liliana, dejar de asumir las circunstancias y las cosas con que me encuentro, como “obvias” o “definitivas” para volver a recuperar la capacidad de “asombro” propia del filósofo, a la vez que, liberándonos de la actitud prejuiciosa que nos brindan los dogmatismos, podríamos ser más capaces de entablar un diálogo más respetuoso y abierto con los otros.
Finalmente, retomando las palabras de Michel Tozzi “Discutir filosóficamente en la escuela, y hacerlo desde la infancia, es suministrar un marco de aprendizaje que despierte el pensamiento reflexivo. Hablar no por hablar (ir más allá de dominio de lo oral), sino para pensar lo que se dice, y no solamente decir lo que se piensa; hablar para saber de qué se está hablando y si lo que se dice es verdadero, con un funcionamiento democrático de la palabra, y con exigencias intelectuales de problematización, de conceptualización, de argumentación, ese el desafío” ¡y realmente sí lo es! Por ello,el mejor modo de agasajarla en su día… es seguir pensando de que modo llevar a cabo esta tarea… ¡Feliz día Filosofía!… y ¡Feliz día Filósofos!
"Pensar en sí mismo, asumir la condición humana..."es una frase, que a mi entender, tiene mucho significado en filosofia, porque la filosofia es la que hace pensar, reflexionar y fundamentar las respuesta a dar, hoy es el dia de la filosofia, celebremos pensando, reflexionando la manera de divulgar la filosofia para que el otro también participe con sus pensamientos, que se anime hacer filosofia,este es el desafio.Felicidades a todos los que hacen filosofia.
La filosofía es una actividad de cuestionamiento y búsqueda de sentido por eso despliega la indagación y la problematización. Es la ciencia que se pregunta por las últimas causas, por lo absoluto, es un campo del saber que traspasa lo real y concreto tratando de descubrir lo que transciende no sólo en el mundo sino dentro de mí mismo. La filosofía me transforma, me permite construirme como persona. Michel Tozzi, nos dice que la filosofía debe permitirnos pensar por nosotros mismo, ser libres en cuanto a nuestra capacidad de expresión, para poder asumir nuestra condición humana. La educación cumple un papel muy importante ya que le da lugar a la filosofía para pueda aportar sus saberes y modificar nuestras realidades cotidianas. Por esto, es indispensable “desarrollar en todo hombre la capacidad de pensar por sí mismo, de ejercer la libertad crítica de un juicio racional”. El hombre primero debe reflexionar sobre sí mismo para luego enfrentarse a la sociedad posicionándose ante ella desde diferentes planos que permiten pensar la realidad de distintas maneras, de lo antropológico, de lo gnoseológico, de lo metafísico, de lo ético. Y esto es posible gracias a la filosofía que permite pensarnos y pensar el universo entero desde distintos puntos que a ala vez son parte del saber filosófico.
Otra de las razones por las que es importante, según M.Tozzi, enseñar filosofía tiene que ver con la perspectiva ciudadana, con los conceptos de libertad y democracia que son parte del hombre actual, la escuela tiene un función central en formar ciudadanos, esto es hombres con espíritu crítico capaces de fundamentar sus decisiones propias de una sociedad democrática. La filosofía es el estudio de la evolución del pensamiento, del pensar en movimiento, por lo que, la mejor forma de acceder al mundo de las los conceptos es a través del diálogo que es lo que le permite al sujeto la construcción del discurso filosófico por medio de la práctica del filosofar. Hay que aprender a filosofar y esto es dialogar con los filósofos, pensar con ellos, no repetir meras frases sin razón. Filosofar es dialogar desde los paradigmas que mantiene la especificidad del campo de la filosofía, es volver a reflexionar sobre los que otros reflexionaron, para poder en algún momento ir apropiándome de mi verdad.
¡Me apasiona la filosofía! La incertidumbre que es propia del hombre se ve reflejada en todos los interrogantes que los filósofos desde la época Antigua hasta la actual se han planteado, y en cada una de las respuestas que han dado encuentro verdades que van cambiando a medida que pasa el tiempo, pero cada uno de estos pensamientos valen la pena ser leídos porque siguen teniendo relación con las preguntas que hoy nos seguimos haciendo, pienso y vuelvo a pensar estas preguntas que alguna vez se hicieron los filósofos y que recorren la historia de manera intemporal, en el sentido de que todavía cobran significatividad en el hombre actual: ¿Hay en este mundo algo constante que se mantenga inmutable mientra todo lo demás deviene?, u otra ,¿por qué hay ente y no más bien la nada?
La filosofía no es simplemente pensar lo que los grandes filosófos pensaron, sino que tiene que ver con la experiencia misma del pensar,es decir, necesita ser vivida, tener una vivencia de ella para que pueda transformarnos. Hecer carne los conceptos, poder resignificarlos por nosotros mismo y seguir pensando y reflexionando acerca de nosotros mismo, de la realidad y de nuesrto lugar en el mundo. La filosofía es esa actividad humana que nos ayuda a pasar el mundo en limpio, a desplegar ese pensamiento plegado o embrinario, a despertar eso que tenemos que ni sabemos que lo tenemos hasta que la filosofía lo despierta. Por ello es una actividad fundamental como afirma Michel Tozzi, ya que la filosofía nos da la posibilidad de poder pensar por nosotros mismos, haciendo un uso auténtico de nuestra libertad y racionalidad. Por ello es fundamental hacer de la filosofía un derecho, ejercela y ejercitarla dentro de un marco democrático y bajo una visión cosmopolita ya que todos tenemos ese derecho a filosofar por el simple hecho de ser humanos.
feliz día internacinal de la filosofía!..feliz día a todos los que contribuimos a que se mantenga en pie,la mejor y auténtica menera de honrarla es seguir generando estos esopacio de pensamiento y reflexión..
saludos a todos!
¿Que es la filosofía?
Es un gran interrogante que todo filósofo tiene que afrontar en un momento de su transcurrir.
La filosofía es ese contacto con la existencia misma, la existencia en tanto vivida como mismidad, la existencia vivida como otredad, esa es la experiencia con la filosofía; experiencia que se subscribe o mejor dicho se inscribe en la misma naturaleza de la existencia humana, en donde el filósofo se encuentra sumergido en la vorágine de la vida, mediando entre el ser y la nada, entre lo inconmovible y el abismo.
Feliz día de la Filosofía!
El día Mundial de la Filosofía, se celebra por institución de la UNESCO el tercer jueves del mes de noviembre de cada año.
Ahora bien, desde su nacimiento, la filosofía carga con la sospecha de ser una disciplina sin utilidad. Cabe entonces preguntarnos: “¿Para qué sirve la filosofía?”.
Según Aristóteles, la filosofía nace con Tales de Mileto, en el siglo VI a.C. , porque fue él el primero que buscó respuestas a sus preguntas sin recurrir a la mitología.
El punto es que desde que existe la filosofía quienes no la practican se preguntan para qué sirve o, más bien, hacen explícita su sospecha de que no sirve para nada.
A la pregunta de por qué hay que filosofar hay que responder con otra pregunta: “¿Cómo no filosofar?”. La posible inutilidad de la Filosofía es parte de su contingencia y también en ella radica su utilidad, porque nos sirve para no hacer masa con el pensamiento masificado. No se trata de instalar un elitismo del pensar sino de ejercer el pensamiento crítico en el universo personal como en el colectivo.
Esta era la tarea que Theodor Adorno reivindicaba para la “inútil” filosofía : porque su supuesta inutilidad deja al descubierto su crítica de los saberes y las prácticas dominantes.
La ilusión de crear un sistema teórico de explicación del mundo a partir de la pura razón finalizó con Kant, quien situó los límites del conocimiento humano y delineó sus usos posibles de la razón pura y práctica.
La Filosofía cumple una función crítica con respecto a todo lo que la gente cree saber y esto resulta útil: Bertrand Russel decía que es preferible una incertidumbre fundada a una certidumbre infundada. Horacio González afirma que “la filosofía sirve porque su servir está en la revisión de los cimientos del propio lenguaje con el que pregunta; ahora, cuando nos preguntamos por la utilidad de la filosofía en la Argentina de hoy tenemos que admitir que nos falta un lenguaje que pueda servir sin obligar ni programar. Ese lenguaje es la histórica felicidad de la Filosofía”.
Kant nos decía: sapere aude! y de eso tendríamos que encargarnos.
Para terminar, arribo a una conclusión personal: ante la pregunta “¿para qué sirve la filosofía?” mi respuesta es “ para nada, sino para un fin en sí misma”.
Roberto Bergonzi.
Este día es para festejarlo dejandonos llevar en un viaje hacia el interior de nuestros pensamientos, donde podremos encontrar los mas variados matices y paisajes y a su vez un sin fin de peldaños que nos invitan a seguir ascendiendo por el camino de la reflexión. La Filosofía es un arte que se aprende con otros, es un ir y venir dentro de nuestros pensamientos y dejar que los demás intervengan en él. La Filosofía es un conocerse conociendo, es un encontrarse donde nos creíamos perdidos, es un alejarse del "me parece" o "creo que" para acercarse a la universalidad y al compartir desde lo común a todos, desde el reflexionar, el pensar; es un estar bien consigo mismo para poder estar bien con los otros y asi mejorar nuestra calidad de vida.
Por supuesto estoy mas que convencida de que el espacio que hoy se le da a la Filosofía en educación es demasiado poco, pero es porque aún no probaron lo que significa preparar a los ciudadanos, jóvenes, individuos, sujetos, hombres, para el gran viaje por el pensamiento crítico y reflexivo, aprender a filosofar es ese viaje que nos puede llevar casi toda la vida convencidos de que en algún momento podremos llegar a encontrar la respuesta que buscabamos!
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