Instituto de Formacion Docente Nº129

Provincia de Buenos Aires Dirección General de Cultura y Educación
Dirección de Educación Superior
Distrito Junín

lunes, 2 de mayo de 2011

A partir de mis últimas reflexiones, surgieron cuatro conceptos que en reiteradas ocaciones hice mención y merecen cierto detenimiento, cierto análisis más profundo, porque justamente la filosofía es la actividad que trata de barrer la ambigüedad conceptual y de detenerse allí donde el término comienza a banalizarse. Por ello voy a comenzar con el término participación. En varios pasajes de mi discurso anterior digo: “ Los alumnos participaron”…¿ Qué quiero decir con ello?, ¿ Qué significa que los alumnos participen?...en nuestra práctica cotidiana solemos llamar "participación" a distintas formas de estar presentes o de formar parte de acciones que otros ya han decidido, compartir opiniones, deseos,con otras personas, pero podríamos decir que estas son distintas modalidades de participación "pasiva"; por otra parte, podemos entender a la participación como “dar parte”, “comunicar”, “expresar aquello que pienso, aquello que se para discurrir con el otro”; hablar de participación implica se parte en el diseño de implementación, ejecución y evaluación de la propuesta concreta y en este sentido la participación se vuelve más creativa, se vuelve como un momento compartido, donde lo que se comparte es mi palabra con la palabra del otro. Que el alumno participe, implica que ponga en actividad sus procesos de apropiación del saber, que entre en diálogo como procedimiento necesario del discurso filosófico, no entendido como una simple conversación y expresión de una opinión sino como la construcción del saber filosófico; y aquí subyace otro concepto que es la intervención, es decir, ¿ Qué es intervenir?, ¿intervenir para qué?, intervenir posee varias acepciones es decir, es tanto “tomar parte en un asunto”, “interceder o mediar”, “dirigir”, “limitar” pero la intervención educativa hay que entenderla en términos de mediar o interceder para ayudar a transformar en términos platónicos, para construir y justamente hay que evaluar la “ intervención” en estos términos, es decir, ¿ Generamos el diálogo filosófico que lleve a la construcción/producción del saber filosófico?...
Creo que ese es el gran objetivo como profesora de filosofía, es decir, generar ese diálogo no como simple conversación o intercambio sino como la lógica propia de la filosofía misma.Por último la reflexión se entiende como una actividad sobresaliente o inherente a la filosofía misma, ya que la reflexión me permite adentrarme y encontrame nuevamente con el objeto ya pensado pero para volver nuevamente a repensarlo, para darle nuevas miradas, nuevos sentidos

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