Instituto de Formacion Docente Nº129

Provincia de Buenos Aires Dirección General de Cultura y Educación
Dirección de Educación Superior
Distrito Junín

viernes, 24 de febrero de 2012

Trabajo Final del Espacio de la Práctica I

¿CON QUÉ RECURSOS?

Los recursos utilizados en la emisión del programa, en primera instancia son diseños visuales en los que se apoya el desarrollo del discurso (es analizado en el último punto del presente trabajo).

Se hace mención a películas conocidas, de las cuales se utilizan problemáticas planteadas en la misma o frases puntuales formuladas por los protagonistas.

Así mismo, también es una constante la formulación de problemas existenciales, a partir de experiencias comunes a todos por ejemplo, la muerte. Se utilizan como posibilidad de reflexión y relación a discursos filosóficos.

Recurso - Pelicula





 Recurso - Problema existencial



En el texto "De Platón a Matrix" encontramos los siguientes recursos, el Film de "The Truman Show" (1998 Peter Weir) y "Matrix" (1999 Larri y Andy Wachowski), estos son utilizados como recursos centrales que guían el abordaje del texto. Además podemos encontrar como recurso historietas (Quino) y noticias periodísticas (Clarín).



¿CUÁL ES EL ROL DEL ESPECTADOR FRENTE A ESOS DISPOSITIVOS?

El ciclo televisivo constantemente inquieta al espectador y busca que reflexione. La relación con elementos de la vida cotidiana y las interpelaciones en relación a las problemáticas tratadas son características.

De esta manera el rol del tele-espectador que se espera, no es el de una actitud pasiva, sino más bien lo contrario, una actitud sumamente activa. Quien sigue el desarrollo del programa se ve obligado a pensar y reflexionar sobres las cuestiones planteadas, y de este modo intenta que el tele-espectador vivencie los cuestionamientos filosóficos.

Feinman en el programa, cita una frase de J.P. Sartre "Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros". Con esto le dice al espectador que somos nosotros los que tenemos que hacernos cargo y elegir si quedarnos en la comodidad de la vida que nos imponen o si en cambio elegimos hacernos cargo y empezar a cuestionar todo lo impuesto, a través de las armas que nos brinda la filosofía.

Este es un fragmento del programa "Filosofía aquí y ahora" para ejemplificar lo expuesto.



¿CUÁL ES EL ROL DEL PROFESOR?


Para comenzar a pensar el Rol del profesor y en este caso también conductor, nos parece interesante las palabras de J. Feinman sobre la enseñanza de la filosofía. “No hay una sola manera de transmitir el conocimiento. Hay que encontrar una manera que sea fiel al conocimiento, que lo exprese. Un profesor no debería ser extremadamente aburrido, al punto de hacer aburrida la materia que da. La filosofía de por sí es apasionante, conmovedora, estremecedora. El profesor tendría que esmerarse en ser parte el también de la pedagogía, de no enseñar las cosas de modo aburrido, de poner en el proceso de enseñanza su propia pasión. Sería fundamental que el alumnado reciba la pasión del profesor, entonces se va a dar cuenta que esa pasión podría ser suya, si los conocimientos que transmite han despertado una pasión.”

Esto tiene que ver porque las dificultades con las que se encuentra la filosofía, tanto en la escuela como en la televisión creemos que en algún punto son similares. Un programa televisivo de filosofía compite con un mundo en donde todo circula velozmente y sin reflexión. La escuela no escapa a este carácter, ya que en ella también se encuentra inmersa la tecnología, ofreciendo conocimiento disponible sin mucho análisis, y además también la filosofía se encuentra rodeada por asignaturas consideradas de utilidad. Todo esto hace que el transmisor de la filosofía tenga que seducir al espectador.

Creemos que la pasión por la filosofía, el contagio de la misma, puede ser el primer paso para superar tales dificultades. Necesariamente uno de los aspecto del Rol del que transmite el concomiendo filosófico es el de contagiar la pasión por nuestra disciplina.

Ahora bien, hay otra cuestión sumamente importante. A decir, que el rol del transmisor de filosofía en la TV no se convierta en la de un mero opinólogo. Si en algún punto elogiamos la idea de Feinman de ponerle la propia pasión a la enseñanza de la filosofía, en otro punto advertimos esta otra cuestión. El dinero, la comercialización (de sus propias obras), la exposición mediática y la influencia que se puede obtener a partir de la misma, amenaza la objetividad intelectual. Entonces el Rol del Filósofo televisivo nunca debe apartarse de la intención de acercar la filosofía al tele-espectador para que desarrolle su capacidad crítica y reflexiva.

Como decía Foucault “no me convenceré nunca de que un libro sea malo porque su autor haya aparecido en televisión. Aunque ciertamente tampoco que sea bueno por esa sola razón”.

Por las nuevas tecnologías, el rol del profesor se vio afectado y tuvo que redefinirse. Este acercamiento a las nuevas tecnologías, que favorecen la recepción de la información, impulsa al profesor a buscar la forma de aprovechar la integración de las nuevas tecnologías al currículum. Respecto del ciclo Filosofía Aquí y Ahora, ya tiene en su escancia, al insertarse en la televisión, la intención de aprovechar la ventaja que brindan las tecnologías. Se aprecia que el rol del conductor tiende a ser de una tarea directiva, donde ordena y orienta el campo del conocimiento filosófico, y tal como lo plantea Helmut Becker, abre la posibilidad de tender puentes, de desarrollar criterios y métodos que puedan tener valor de ejemplaridad para casos modélicos ulteriores y similares.

¿ QUÉ LUGAR TIENE Y EN QUÉ CONTEXTO SE ENSEÑA HOY LA FILOSOFÍA?

El papel esencial y a la vez arriesgado de la filosofía, no escapa a la TV sino más bien se acentúa. La televisión es un ícono del progreso tecnológico, donde todo fluye con gran rapidez, inmersos en la cultura del zaping que todo nos viene dado en una gran variedad y diversidad, sin previa reflexión, ni crítica alguna. En este contexto se encuentra el ciclo Filosofía Aquí y Ahora, y cabe preguntarnos si en algunos aspectos ¿la filosofía no se resiste con lo que representa la TV y el progreso tecnológico?, en tanto que la filosofía apuesta a una formación que nos permita juzgar, y esto implica reflexión, cuestionar, discernir, y para ellos es necesario tiempo, paciencia y autocrítica, algo que parece estar por fuera de la televisión.

Que la Filosofía no se encuentre contenta con lo establecido no nos debe significar una novedad, y que circule en dirección contraría al modo de pensar de la mayoría tampoco debe asustarnos, pues esto ya lo veíamos en la constante tensión de los filósofos con los filodoxos.

Entonces, ¿Por qué Filosofía Aquí y Ahora, en la televisión? Esto mismo se lo pregunta Feinman (Conductor del Ciclo), en su programa, a lo cual responde: “La televisión en general no se ha dedicado a proponerle al tele-espectador que piense. En un programa de filosofía de lo que se trata es que el tele-espectador piense. Esto es un desafío muy importante. En realidad va a pensar, porque si esta mirando, y ve que el tipo que esta en la pantalla piensa (si es que ese tipo que esta en la pantalla piensa), él va a pensar. Porque si lo acompaña, lo va acompañar en determinados vericuetos que son analíticos, que implican necesariamente tipos de razonamientos, deducciones. La televisión no tiene que ser sencilla, ni tiene que descender hacia donde esta doña rosa. Sino que al contrario tiene que exigir al tele espectador, y si le exige el espectador se va a dar cuenta que él puede llegar a esa exigencia y esto le va a dar un enorme placer intelectual y de cualquier otro tipo”.

En el texto, La Filosofía en televisión: ¿Un sueño Imposible? de Tamara Chaplin, se plantea que parecería ser que existe una incompatibilidad entre no solo la TV, sino los medios de comunicación y la filosofía, en tanto que la primera se apoya en una tecnología visual y popular, que depende de la imagen y la otra es una disciplina abstracta e intelectual, que se funda en la palabra.

Pero estos contrasentidos, no creemos que tengan que ser antagónicos, ni excluyentes. En el ciclo de Filosofía Aquí y Ahora, podemos apreciar como convergen los dos. Se plantean problemáticas filosóficas que mediante la palabra se sigue un razonamiento, llegando a conclusiones abstractas, y vemos que en este desarrollo del razonamiento se brindan imágenes visuales tendientes a formar dibujos, imágenes, contextualizar, resaltar frases sobre lo que se trata, y en definitiva lo visual termina siendo no solo un atractivo para el televidente sino también un punto de apoyo para el discurso filosófico. Creemos que puede existir una comunión beneficiosa entre la imagen visual de la televisión y el discurso abstracto del filósofo. Y aquí se nos ocurre pensar en Platón, en su Alegoría de la Caverna, donde utiliza la imagen conocida de una caverna para explicar su discurso teórico.

Nos parece conveniente citar la expresión de Jean – Claude Cordy (Productor de un Programa Frances) «En el cuarto de hora de Tribune Libre con Jean-François Lyotard, el trabajo de cámara más innovador se convierte en parte integral del argumento filosófico del programa sobre las relaciones entre poder, representación y verdad. Aun siendo infrecuentes, tales ejemplos ilustran de qué manera la dimensión visual de la televisión puede ponerse al servicio del intercambio filosófico, incluso en el marco de una emisión limitada en el tiempo.»

Extractos del Capítulo donde el discurso filosófico se apoya en lo visual



Otra de las cuestiones importantes es el tiempo. La filosofía requiere tiempo para su expresión, y la TV solo parece ofrecer “comida cultural rápida”. Esto hace a que los filósofos en televisión tengan que reinventarse y adecuar sus expresiones a los tiempos televisivos. El punto central es el riesgo de terminar en resumir las obras en extractos y en meros vulgarizadores, y así alejarse de lo abstracto y profundamente reflexivo de la filosofía.


Concretamente, el Capítulo 1 de Filosofía Aquí y Ahora, trata las siguientes problemáticas, ¿Por qué hay algo y no mas bien nada?, ¿Por qué un curso de “Filosofía aquí y ahora”?, ¿Cuáles son las preguntas de la filosofía?, ¿Qué hacemos con lo que hicieron de nosotros?, en solo 30 minutos.

En primera instancia esto puede parecer una empresa difícil o casi imposible de conseguir. El punto central, creemos que pasa por ¿Cuál es el objeto de emitir un programa de filosofía en la TV? Si la respuesta es la de Dictar una clase de Metafísica, es algo imposible e inalcanzable, ahora bien, si de lo que se trata es de acercar la filosofía, algunas de sus problemáticas y modos de reflexionar, a quien no la conoce y no la practica, es una empresa posible de conseguir. Obviamente sin caer en trivialidades, ni reduccionismos fatales, que por querer hacer accesible la filosofía terminemos reduciéndola tanto que lo que se emita deje de ser filosofía.

El programa de televisión analizado, desde nuestra perspectiva cumple con lo antes expuesto. Quien lo miró tuvo un acercamiento a la filosofía, a sus problemas y a su modo de pensar. Es verdad que no alcanzan los grados de verdad que pretende la filosofía, pero para quien nunca la vivenció es un primer contacto valedero.

En este sentido acordamos con lo que concluye Dumayet “No podemos aprender a filosofar en cincuenta y dos minutos, ni tampoco en el doble de tiempo. Lo que podemos hacer es llegar a las personas, si se quiere. Podemos lograr que se interesen por la filosofía”

En el siguiente fragmento del programa, se puede apreciar un aspecto del sentido del mismo. Feinman hace referencias a "hay libros que responden cuestiones muy estrictamente filosóficas pero en el fondo de ellos está el intento del hombre por pensar su situación en este mundo, por esto se llama Filosofía Aquí y Ahora. Queda claro que el sentido del programa es el de pensar el sentido del hombre en el mundo, sin necesariamente recurrir a cuestiones sumamentes estrictas o de un nivel muy elevado, pero sin así dejar de hacer filosofía.



Ahora tal vez, la cuestión a plantear sea otra, si la filosofía ¿Debe preocuparse por ser acercada a todo el mundo o debe quedarse solamente con su búsqueda de la verdad? Y en todo caso ¿Para qué se busca acercar la filosofía a la mayoría? ¿El filósofo debe interesarse por esto?




III - Conclusión

Indudablemente las problemáticas filosóficas forman parte de todos, desde niños cada individuo comienza por preguntarse por el sentido de la vida, de las cosas, por que esto es así y no de otra manera. Todas estas preguntas y muchas más tienen como objetivo dotar de sentido nuestra vida, a nosotros mismos y lo que nos rodea. Pero con el tiempo, a medida que crecemos estas preguntas dejan de resonar y por cuestiones personales, culturales, sociales, etc; dejamos de preguntar, de cuestionar, de reflexionar y nos atenemos a resolver otras problemáticas, relacionadas con la inmediatez propia de una vida que nos exige estar adaptados y cumpliendo con determinadas cuestiones.

En el análisis tanto del texto como del programa pudimos observar una tendencia hacia estas cuestiones, que no tiene que ver con un “Hacer Filosofía” por televisión o a través de textos, pero si un volver a estas cuestiones filosóficas que dotan de sentido nuestra vida, que nos posicionan desde otro lugar mucho más crítico y reflexivo frente a todo lo que nos rodea y frente a nosotros mismos. Este empezar a cuestionarnos suena de algún modo hasta revolucionario, pensar un país que se cuestione, que se involucre, que debata y que rompa con estructuras impuestas, es sin duda utópico. Es una tarea difícil pero no por esto imposible, además el acercar estas problemáticas genera que muchos jóvenes se encuentren con una carrera tan apasionante como es la filosofía, lo que sirve de incentivo para que estos la tomen como posible salida laboral.

Las nuevas tecnologías ya forman parte de nuestra vida, con esto cambiaron las relaciones personales, el modo en que nos relacionamos con la información y es necesario que la filosofía y los encargados de difundirla se adapten a esta realidad, y desde allí seguir trabajando para lograr los mejores resultados. Los roles tanto del docente como del alumno se han modificado en los últimos años en la medida en que se evaluaron mas efectivos métodos de relaciones entre ambos y el conocimiento, que el alumno tenga un rol mas activo en la construcción del conocimiento y que el docente acompañe y se corra del lugar de fuente única de conocimiento, genera nuevas responsabilidades, adaptarse a las necesidades de los chicos en relación con el conocimiento y como acceden a este, es fundamental para diseñar tácticas de aprendizaje y perfeccionarse sobre aquellas cuestiones que no manejen como son hoy por hoy Internet y aquellos relacionados a la informática.

Como futuros docentes pensamos que nos situaremos en la Escuela de hoy, a la cual sin duda aquejan muchas dificultades para poder transmitir filosofía, pero creemos que esas dificultades no son más que las que encontramos en la sociedad en general en relación a nuestra disciplina.

Los prejuicios sobre la inutilidad de la filosofía respecto a otras disciplinas, lo veloz y poco reflexivo de nuestros tiempos que llega a su máxima expresión en las tecnologías, el desinterés por el cuestionamiento, etc. Pero esto no debe asustarnos, desde sus orígenes la filosofía no se contentaba con lo establecido, ni tampoco seguía el discurrir de la mayorías.

Sin duda, nuestra profesión nos impone dos desafíos claves, el primero el del enorme compromiso y fidelidad a la búsqueda de la verdad, que no viene dado por la escancia de la filosofía, pero también la gran responsabilidad de transmitir nuestros conocimientos, responsabilidad que nos otorga la docencia.

Nos encontraremos con una Escuela que parece no tener mucho valor, con un grupo de alumnos que estarán ahí, seguramente sin mucho convencimiento e interés. Pero lo importante es que estarán ahí, la responsabilidad es compartida pero lo que a nosotros como educadores nos toca es encarar la profesión con pasión, esa pasión que creemos será lo distintivo para poder acercar la filosofía. Esta pasión, no es por el mero hecho de amar lo que uno hace, sino porque en la escancia de la filosofía esta el amor, el amor por la sabiduría, que viene dado desde sus origines y que nos convenció para dedicarles nuestra vidas.



Bibliografía utilizada:
- Chaplin, Tamara (2010) “La filosofía en televisión: ¿un sueño imposible?” en ¿Estáis listos para la televisión? Nro. 9 Barcelona, Museu d’Art Contemporani de Barcelona y Centro Galego de Arte Contemporánea. Recuperado el 20 de Septiembre de 2011. Disponible en: ww.macba.cat/PDFs/ready4tv_cas.pdf

- Derrida, Jacques (2002). Du droit à la philosophie, París, UNESCO.

- García Moriyón, Félix. (1998) “¿Para qué sirve enseñar filosofía?” ICE, Universidad Autónoma de Madrid, 20 th World Congress of Philosophy, Philosophy and Children, Boston, Massachussets, 10 al 15 de agosto de 1998. Recuperado el: 3 de octubre de 2011. Disponible en: http://www.bu.edu/wcp/Papers/Chil/ChilMori.htm


- Obiols, Guillermo (2001). “La enseñanza de la filosofía en la Argentina: presentación, problemas y perspectivas” en Il Giardino dei Pensieri, Archivio del Forum Internazionale sulla Didattica della Filosofia. Recuperado el 04 de septiembre de 2011. Disponible en: http://www.ilgiardinodeipensieri.eu/obiols-2.htm

- Noro, Jorge Eduardo (2008) “Enseñar filosofía + Caminos distintos”, Entrada del 27 de octubre de 2008 del Blog “Ni vida sin pensamiento, ni pensamiento sin vida”. Recuperado el: 17 de octubre de 2011. Disponible en: http://norojorgefilosofia.blogspot.com/2008/10/125-ensear-filosofia-caminos-distintos.html

- UNESCO (2009) Enseñanza de la Filosofía en América Latina y el Caribe, París.


- UNESCO (2007) “Filosofía: Una escuela de la libertad. Enseñanza de la filosofía y aprendizaje del filosofar: la situación actual y las perspectivas para el futuro”, París.

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